¿Qué significa el url de
mi blog? “Ir a trancas y barrancas” es una expresión gallega que yo tomé de mi
tío que es nacido en Madrid. Ir a trancas y barrancas quiere decir que vamos a
tropezones y caídas. Y en definitiva así es la vida no? Así aprendemos. Nos
tropezamos, caemos y de esas caídas aprendemos. Si vemos una cáscara de banana
en el suelo y al pisarla nos caemos, ya sabemos que al ver una de nuevo, no hay
que pisarla, porque aprendimos que al pisarla nos vamos a dar la cara contra el
piso (todo esto solo pasa en las películas o dibujitos, porque en la vida real
nunca me caí ni resbalé al pisar una cáscara de banana). Ese ejemplo es una
suposición tal como el final de una oración que dije por ahí arriba como “y de
esas caídas aprendemos”, pero la verdad es que no aprendemos un carajo. Somos,
como dice mi mamá, un Homero Simpson en la vida. Nos volvemos a golpear una y
otra vez con el mismo marco de la puerta del auto, hasta que el dolor que
sentimos nos hace recapacitar y decir “Puta, me estoy haciendo doler, mejor no
lo hago más de esta manera“. Los seres humanos somos masoquistas, y como tales
masoquistas nos gusta el sufrimiento. Somos morbosos. Si hay un accidente de auto
nos acercamos, porque nos intriga ver el cuerpo mutilado de la persona que iba
adentro. Si vemos un perro muerto en la calle, damos vuelta la cara, pero al
cabo de dos segundos lo volvemos a mirar. Si nos pinchamos el dedo con un
alfiler y sale sangre, apretamos más en la zona para que siga saliendo sangre. Y ni hablar de las personas que se auto
mutilan. Con todos esos ejemplos, no me digan que nunca lo hicieron, porque
sería una mentira más grande que tía Marge inflada en Harry Potter y El Prisionero de Azkabán. Somos morbosos. Nos
encanta el dolor, el sufrimiento. Las chicas, aunque tengamos a un pibe que nos
de bola, nos quiera y esté ahí para nosotras, siempre vamos a querer el que no
podemos tener. El inalcanzable. El que no nos da bola. El que nos ignora. El
que desconoce nuestra existencia. Nos encanta. Adoramos ser ignoradas. Adoramos
sufrir por amor. Los chicos, aun que tengan a la mina gordita y no tan linda,
pero que saben que va a estar para ellos siempre, que los va a amar con todo su
corazón y les va a entregar todo, ellos prefieren a la flaca y puta que está
con todos. Que tiene su cavidad femenina más abierta que las puertas de Walmart
y más pasadas que la parada de un bondi. ¿Porqué? Porque ellos igual son
masoquistas. Igual les gusta sufrir por
amor. Y aunque todos digamos “odio sufrir por amor” es mentira, porque por algo
nos involucramos y nos dejamos llevar por ese tipo de personas o relaciones en
la vida.
Ir a trancas y barrancas
es eso para mi. Tropezarme, caerme, analizar mi caída, levantarme, volver a
tropezar, caerme de nuevo, volver a analizarlo y pararme de nuevo, y así
sucesivamente hasta darme cuenta de que mis rodillas emanan sangre y cambiar de
rumbo. Y así somos todos en la vida. Caemos y aprendemos de nuestros errores,
pero no en ese momento, si no cuatro o cinco veces más después de volver a hacerlo.
Meli Rosado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario