martes, 19 de junio de 2012

Supercalifragilisticoespialidoso.


¿Cómo me siento? Según Mary Poppins, cuando uno no sabe exactamente como se siente o como expresarse, tiene que recurrir a la palabra Supercalifragilisticoespialidoso. Bueno…así me siento yo. Supercalifragilisticoespialidosamente.
Triste, porque ya me di por vencida. Todo lo que pude hacer para que él me quiera o me ame un 5 por ciento como lo hace con ella, lo hice. Y aún así, sé que si hubiera logrado que me quiera o me ame, no lo hubiera hecho de la misma manera en que la ama a ella.
¿Les cuento un poco sobre él? Por ahora vamos a llamarlo Terrabusi. ¿Por qué Terrabusi? Porque es como las galletitas. El paquete te muestra que vienen de todo tipos y sabores, pero cuando abrís el interior te encontras con que te vinieron las más feas y las que no le gustan a nadie, y las pocas que venían ricas están partidas o duras.  Muchos dirán que una persona no puede enamorarse de alguien que no conoce o de alguien que vive muy lejos y nunca jamás vio en su vida. Ok, lo acepto. Pero después son las mismas personas que dicen saber absolutamente todo sobre Justin Bieber o el cantante de turno. Juran amor por ellos, pero la realidad es que el tipo no tiene ni la menor idea de quien sos , de cómo te llamas, de donde vivís, si te gusta la leche chocolatada o el té, si dormís siete o diez horas, si tu color preferido es el verde o el naranja,  si te gusta el azúcar o el edulcorante, o la pelotudes que sea. Parece como que lo tengo bien en claro no? Como lo dijo mi bella Miley, It’s not that easy.  Porque una vez que te endulzan con palabras de afecto, que te hacen creer que sos lo más importante en el mundo, que gracias a vos aprobaron una puta materia para entrar a la facultad, que sos más importante que su novia (¿Hace falta que mencione que cosa está mal en esa oración?), que se muere por estar con vos, que entregaría lo más importante que tiene solo a vos porque sos la indicada… Todo se vuelve difícil. Más en una persona como yo, que me enamoro de nada.  Y ahí está mi problema. Enamorarme de nada. Porque sé que soy una persona que necesita de afecto. Me encanta demostrar lo que siento con las personas que me importa, y también adoro que me demuestren afecto a mí. Que me digan que me quieren, que me abracen, que se preocupen por mí, que sepan cuando cumplo años, que me mimen, que me sonrían, que me manden mensajes con un simple “Hola Meli, como estas?”. Lo necesito. Siempre lo necesite y lo voy a necesitar hasta el día en que me muera.  Y eso hizo Terrabusi, me mostró mucho afecto y de un día para otro, lo retiró todo como con un imán. Como si se hubiera colocado enfrente de mí con un imán y atrajo todo el cariño que había puesto delicadamente en mí como si fueran piezas de metal.  Soy buena para adaptarme a los cambios. Puedo mudarme tres veces en un año, que me encanta. Puedo cambiarme de colegio, porque me gusta conocer gente. Puedo empezar actividades nuevas con el mismo propósito. Pero a lo único que no puedo adaptarme, es a los cambios sentimentales. Puedo pelearme fácilmente con alguien pero a los diez minutos extrañarlo horrores. Y esa es otra de las cosas que me juega en contra, porque por mis sentimientos hacia esa persona termino pidiendo perdón por cosas que no hice o dejando mi orgullo guardado en un cajón, como si no existiera, y me termino rindiendo y hablando con esa persona. Es algo que no va conmigo. Adaptarme a cambios sentimentales no va conmigo. (Se sobreentiende que eso de “cambios sentimentales” lo inventé yo, porque tal cosa no existe)
¿Qué es lo que me enamoró de Terrabusi? Su forma de ver el mundo. Él me hizo cambiar un montón mi manera de ver las cosas y de querer a las personas. Me hizo ver diferente a personas que yo marginaba por su estado social o por su elección musical. Me hizo reflexionar muchísimo sobre mis sentimientos. Me encantaba su manera de decir las cosas. Las decía directamente y sin tapujos. Sin miedo a lo que yo podía llegar a decir o a cómo iba a reaccionar, y creo que eso también me hizo cambiar mi manera de aprender a aceptar las opiniones de mis amigos. Adoraba, y sigo adorando, la manera dulce que tiene de dirigirse a las personas que ama (ahora eso no se si se aplicaba como cuando me hablaba a mí, pero bueno…) Amo y creo que nunca voy a dejar de amar, la sonrisa perfecta que tiene. Me hace sonreír a mí también cuando veo sus fotos. Es divina. Sin dudas, es una sonrisa que yo amaría tener conmigo por el resto de mi vida. Su voz, su voz, su voz. Me encantaba su voz. Me encantaba escucharlo cantar (aunque cantaba pésimamente, si llegas a leer esto algún día, perdón, pero es así jajajajaja). Me encantaba verlo sonreír, escuchar su risa (todo esto vía Skype obvio. Vivimos a casi mil kilómetros de distancia. NICE). Me encantaba que me diga “linda, hermosa, cosita, bebé, caramelito, bombón, morocha, cielo, sol, luna, amor, bonita” y mucho más si eso iba acompañado con un “MI” adelante. Ahora esas palabras no son más que eso. Palabras. Palabras sin sentido. Palabras que ahora me parecen totalmente repugnantes (si, así de exagerada) y creo que solo a dos personas les permito decirme “bebé” o “cosita”, pero solamente porque son mis mejores amigos, y por un tiempo no quiero escuchar esas palabras de la boca de nadie más.
También tendría que hablar de ELLA. Pero prefiero limitarme a decir que es una buena mina y se merece todo el amor que él puede darle. No le guardo rencor ni odio, porque no soy así, y tampoco se lo merece. No merece el odio de nadie, no hizo nada como para recibirlo. Por ahí sí. Lo hizo sufrir, y creo que cualquier persona que lo haya hecho sufrir merece ser tirada debajo de un tren, pero en este momento no estoy en plan asesina. Ojalá sea muy feliz con él.  Y creo que en este momento, como dijo una inteligente y totalmente grosa escritora, como lo es Cielo Latini: Terrabusi, sos parte de mí, y sin embargo ya no te quiero.

Quiero decir unas cositas antes de terminar esto. Quiero pedir perdón por mi comportamiento y mi cambio de actitud a algunas personas, porque intentaron ayudarme a no meter ni si quiera la punta del pie dentro del barro y al final sin hacerles caso, quedé enterrada hasta la cabeza.  Perdón por las cosas que dije e hice. Perdón por no valorarlos como se lo merecían y merecen. Perdón por no escucharlos. Perdón si les dije cosas que los lastimaron, les juro desde lo más profundo de mi corazón (meli cursi) que no era mi intención lastimar a las personas más importantes que tengo como amigos.  Esto es para que me entiendan mejor y espero que lo hagan. Perdón por todo, sepan que los amo montones y siempre van a ser parte de mi vida. Eugenio Aimi, Lucía MInutella, Antonela Garretto, Nicolás Santos, Micaela Moneo, Laura Tarelli y Agustín Giménez.
 También quiero agradecerles a las mismas y otras personas por el simple hecho de haber estado conmigo en este tiempo y tratar de no dejarme caer. Me apoyaron aunque sea con unas palabritas. Y con el simple hecho de preocuparse, escucharme y haberlo puteado un poco, me basta. Eugenio Aimi, siempre vas a ser mi hermano, sabelo. Todas tus palabras las tengo presentes y espero nunca me faltes, sos muy importante y más para hacerme poner los pies sobre la tierra. Lucía Minutella, vos me decís grosa a mí y la verdad que la grosa sos vos. Muchas personas dicen que la gente madura con la edad, pero sos menor que yo y de tu boca salen palabras totalmente adultas y que son de muchísima ayuda para mí. Nicolás Santos, no sé cómo no te cansas de escucharme. Pero creo que eso me gusta de vos y por eso sos mi mejor amigo. Las palabras justas para los momentos justos. Siempre estás cuando te necesito, no te borras y eso a la larga, te va a servir muchísimo en la vida. Sos una persona totalmente sincera y decidida.  Sinceramente, no sé qué haría sin vos. Micaela Moneo, nunca dejes de ser esa persona tan especial y tampoco dejes de usar tus dichos, porque ayudan mucho, aun que parezca tonto, a mi me ayudan. Laura Tarelli, somos dos buenudas. Tratemos de cambiarlo, yo sé que podemos, dos pequeñas mentirosas pueden hacer lo que se propongan. Sos lo mejor. Facundo Viale, tenes algo que me hace cambiar de humor en dos segundos. Me pones feliz. Me haces reír. Sos el mejor amigo de la tierra. Gracias eternamente. Tu felicidad es la mía y te lo dije miles de veces. Me encanta verte feliz. Santiago Alvarez, tus mensajes me llega en el momento exacto que los necesito. Ya sean para hacerme sentir mejor o para reírme. No sé que tenes, pero es como si supieras cuando necesito de vos. Sos mucho amigo. Federica Conde & Fiama Villaverde, son las cositas más tiernas de la vida, no saben lo agradecida que estoy de tenerlas bellas. Magdalena Bossa & Abril Agulla, por un tiempo fueron las que más al tanto estaban de todo esto, gracias lindas, siempre se los voy a agradecer. Agustín Giménez, perdoname por hacerte enojar, espero que con esto me entiendas mejor.  Sofia Ramos, no tengo más palabras que decirte que te amo mejor amiga. Sos mi pilar. El shing de mi shang (ah no era cursi). Gracias por absolutamente todo. Mayra Martel, no me va a alcanzar la vida para agradecerte a vos. La mejor de las mejores amigas. Te preocupas, me hablas, me retas, me pegas, me haces reír. Mi compañera de cine, mi compañera Little liar, mi compañera Jonatica. Sos todo Black Swan.  Muchísimas gracias también a Josefina Ramos, que se encarga de cagarme a pedos cuando me mando cagadas o de hacerme pensar cuando no tengo en claro que es lo que siento. Y finalmente gracias a Terrabusi. Porque con él pude conocer el costado tierno, dulce y lindo de los hombres, con respecto al noviazgo. Que después me haya demostrado otra cosa, es diferente. Aprecio lo lindo que me trató, lo que me cuidó y guardo las lindas cosas que, en cierta forma, pasé con él. Gracias Terrabusi.

Meli Rosado.

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