Dicen que para
olvidarte tengo que viajar a Marte, hacer 300 años de terapia y decidir dejar
que pase el mes de Abril, juntar todas las hojas del otoño. Dicen que para
olvidarte tengo que tener en el bolsillo un almanaque sin Domingo y navegar en
un océano sin mar, tomarme toda el agua de la lluvia. Y en realidad, hay cosas
que no voy a olvidar, como tus ojos de soledad la tarde en que los hice llorar.
Y escucho voces dentro de mi casa, a veces creo que es tu fantasma. Tus
amenazas, mis escapadas, retrato de mi clandestinidad. Dicen que juntando
cuatro patas de conejo con sal gruesa y repitiendo ante el espejo “¡Voy a
olvidar!”, tal vez yo pueda deshacer el nudo que nos ata en este hechizo. Dicen que del día en que te fuiste no hago
más que despedirte inventándome un presente, para sentir que estoy haciendo
algo por mí, construyo sobre arenas movedizas. Y en realidad hay cosas que no quiero olvidar, como tus ojos de
soledad la tarde en que los hice llorar. Y escucho voces, dentro de mi casa. A
veces creo que es tu fantasma. Tus amenazas, mis escapadas, retratos de mi
clandestinidad. Si no te olvido
dicen que puede, doler mucho más de lo que duele, cuando te tengo en mi memoria
estás acá.
Tan
Bionica.
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