No sé cuando
ni como. No tengo idea de en que momento esto me golpeó. Me golpeó en el buen
sentido y muy fuerte. Quiero contarles que esto que estoy sintiendo es más
fuerte que cualquier cosa. Más fuerte de todo lo que haya sentido antes.
Gracias a él, todos los días me estoy volviendo a armar. Soy como un
rompecabezas y él me esta ayudando a encontrar y poner en su lugar todas las
piezas perdidas.
A su manera,
fue dando puntadas para parchar mi corazón
y le esta yendo tan bien. Tan pero tan bien.
Muchos dirán
que son exageraciones y que a esta edad “no se ama” pero déjenme decirles, que
a esta edad se ama. Y mucho más fuerte que a cualquier otra edad. Y todo lo que
yo siento en este momento es lo más fuerte de mi vida.
Pero me encantó tu pueblo y tu boca
estrellada, tu sonrisa iluminada y tus brazos abiertos. Todo de él me encantó. Todo de él
me enamoró. De mejor amigo al amor de mi vida. Si, el amor de mi vida. No le
encuentro otro lugar en mi vida. Es lo que es hoy y es lo que quiero que sea
siempre.
Tuve tantos
errores y equivocaciones en los meses y años anteriores….Los que leen o leyeron
alguna vez mis entradas viejas, sabrán de lo que hablo. Pero esta vez siento
que no me equivoco. Que lo que hago y elijo está bien. Que nada puede salir
mal. No siento miedo. No siento inseguridad. Por primera vez, desde hace
bastante tiempo, siento que todo va a estar bien.
Me demuestra
que me ama. Le creo. No puedo no creerle. Tiene el alma más pura y sincera que
conocí en toda mi vida. Tanto como el amor que me da. Igual de sincero y puro
que él.
Y ahora
mismo lo estoy mirando. Su sonrisa me llena completamente el corazón. Nunca
nadie me había hecho sonreír con tanta facilidad.
Lo amo.
Lo amé ayer.
Lo amo hoy.
Lo voy a
amar mañana.
Y lo voy a
amar para siempre.
